Los avances cada vez mayores en tecnología para el tratamiento de la disminución de la grasa y de la celulitis, han dado como resultado el empleo de los ultrasonidos de baja potencia conocidos como Cavitadores o Ultracavitadores. Estos equipos han resultado ser muy efectivos para tratar zonas localizadas como las llamadas pistolas, cintura, caderas, espalda e incluso papada.
El Cavitador funciona provocando una lipólisis o proceso metabólico en el que los lípidos del cuerpo son transformados para producir ácidos grasos para cubrir necesidades energéticas, aumenta la permeabilidad celular de los adipocitos y también aumenta la fluidez de los triglicéridos. Parte del contenido de los adipocitos es metabolizado por el hígado y eliminado por vía excretora. Emulsifica la grasa y cambia su estado de sólido a líquido.
El tratamiento con Cavitación es muy sencillo, indoloro y muy efectivo. Su característica es un sonido permanente durante la sesión que puede ser escuchado por el paciente, más no por el terapeuta, lo que es una señal efectiva de que es un cavitador y no un simple ultrasonido. Sus resultados son muy rápidos, por lo que se ha ganado la fama de ser la LIPOSUCCION SIN CIRUGIA, como una alternativa para las personas que no quieren ir al quirófano.
Durante el tratamiento se recomienda beber agua en abundancia para reponer el líquido que se elimina vía urinaria, por otra parte también se sugiere la ingesta de una dieta hipocalórica como complemento.
Aunque es un tratamiento estético superficial siempre es recomendable hacer una valoración a la persona para saber si no tiene problemas de insuficiencia renal, problemas hepáticos no controlados, colesterol, triglicéridos, etc., porque cómo habíamos mencionado el Cavitador provoca una lipólisis o degradación de grasas.
Entre las contraindicaciones como cualquier otro tratamiento estético, es de mencionar que no deben hacérselo mujeres embarazadas, en período de lactancia y con colesterol o triglicéridos altos, así como también personas con marcapasos o enfermedades no controladas.
Posterior a las sesiones se recomienda hacer drenajes linfáticos o dermosucción con Vacumterapia para favorecer el proceso de eliminación, siendo muy recomendable realizar las sesiones cada 3 días en promedio y durante unos 30 minutos, que se repartirán en cada una de las áreas que se van a tratar.
El número de sesiones puede variar, según la necesidad de cada quien, aunque se sugiere mínimo de 6 a 10 sesiones, en las que se puede reducir desde 3cm.
La Cavitación es en definitiva una alternativa que no debemos desaprovecharla si queremos recuperar una buena figura sin necesidad de recurrir a otros tratamientos más invasivos.